Como vimos en una entrada anterior el secreto de una Smash Burger perfecta es lograr que durante ese “aplastamiento” se produzca la famosa reacción de Maillard.
Cuando aplastamos la carne hacemos que más superficie este en contacto con la plancha, si la temperatura es la correcta, ese gesto nos recompensara con un tostado de la superficie que lleva aparejado un tacto en boca crujiente y un sabor característico.
Esto suena fácil, pero hay muchas cosas que pueden salir mal en un entorno profesional cuando hay que satisfacer a muchos clientes, el tiempo y el espacio es limitado y estamos empezando a introducir este plato en nuestra oferta.
Estos son los principales problemas o errores a los que te enfrentarás a la hora de hacer la Smash Burger perfecta:
Usar carne con un exceso de contenido magro: Aunque venimos de adorar un tipo de hamburguesa premium en el que la carne magra tenía más protagonismo, no es ideal para las smash burgers. El mayor contenido de grasa en la carne picada (alrededor del 20%) es esencial para crear hamburguesas jugosas y sabrosas mientras se logra la reacción de Maillard.
Selección incorrecta de los cortes de carne: El porcentaje de magro y grasa es importante pero de donde procede la carne lo es tanto o más, no todas las grasas aportan la misma textura ni funcionan igual a la hora de lograr ese efecto “smash”
Manipulado y picado específico para Smash Burger: Al hacer smash burgers, es esencial manipular la carne suavemente. Trabajarla demasiado puede llevar a hamburguesas densas que carecen de la textura deseada.
Problemas de temperatura, de la parrilla o plancha: Lograr la reacción de Maillard requiere una superficie de cocción muy caliente. Asegúrate de que tu parrilla o plancha esté precalentada antes de colocar las hamburguesas para desarrollar esa costra irresistible.
Problemas de temperatura de la carne: La reacción de Maillard también requiere que el contraste de temperaturas sea lo suficientemente grande y brusco. También la temperatura de fusión de las grasas es muy importante para que el resultado de la reacción sea óptimo.
Incorrecto especiado: El sazonado o especiado es crucial para el sabor, pero es especialmente importante para las smash burgers donde la carne es delgada.
Presionar demasiado fuerte: Aunque aplastar la hamburguesa es parte del proceso, presionar excesivamente puede exprimir los jugos e impedir que ocurra adecuadamente la reacción de Maillard. Aplica presión firme, pero evita presionar demasiado fuerte. Una buena picada de Burger Smash no necesita un exceso de presión pero también resiste excesos de ímpetu.
No permitir suficiente contacto con la superficie de cocción: Para lograr la reacción de Maillard, la carne necesita contacto directo con la superficie caliente. Asegúrate de que las hamburguesas estén en pleno contacto con la parrilla o plancha sin sobrecargarlas.
Dar la vuelta con demasiada frecuencia: Resiste la tentación de dar la vuelta a las hamburguesas repetidamente. Permite que se cocinen sin molestarlas de un lado para desarrollar una costra marrón profunda, indicativa de la reacción de Maillard.
Cocinar poco o demasiado: El tiempo de cocción adecuado es crucial para las smash burgers. Apunta a una temperatura interna de 160°F (71°C) para asegurarte de que estén cocidas sin perder jugosidad y sabor.
No tostar los panecillos: Aunque el enfoque está en la hamburguesa, descuidar el panecillo puede restar a la experiencia general. Tostar los panecillos añade textura y evita que se empapen, mejorando el disfrute de la hamburguesa.
No dejar reposar las hamburguesas: Permitir que las hamburguesas reposen unos minutos después de cocinarlas es esencial para asegurarse de que permanezcan jugosas. Cortarlas demasiado pronto puede causar que los jugos se escapen, resultando en una hamburguesa seca.