Es probable que si no eres de Catalunya o resides en esa comunidad no sepas muy viene de que estamos hablando. Básicamente consiste en comer unas cebollas dulces que se cocinan a la brasa junto con una salsa espesa y muy sabrosa.
Pero una calçotada es mucho más, es una celebración gastronómica arraigada en la cultura catalana que reúne a amigos y familiares en torno a una comida tradicional y festiva y que – debido a que los calçots son una verdura de temporada – se suele celebrar en los meses que van de enero a marzo.
La calçotada tiene sus raíces en la región de Tarragona, en Cataluña, España. Se remonta al siglo XIX, cuando un campesino descubrió una nueva forma de cultivar cebollas, cubriéndolas con tierra para obtener un brote blanco tierno conocido como calçot.
En Valls (Tarragona) cada año, el último fin de semana de enero, se celebra una Gran Fiesta de la Calçotada – el mayor evento mundial relacionados con los calçots – que marca el inicio de la temporada de las tradicionales calçotades en toda Cataluña.
En su concurso participan locales y foráneos que, siguiendo unas reglas más o menos curiosas, comen cientos de estas cebollas y su salsa.
Los calçots
Obvio, pero son el ingrediente principal y no todos los calçots son iguales. Deben ser tiernos y alargados, con un sabor suave y dulzón. Es crucial seleccionar calçots frescos y de calidad para garantizar la mejor calçotada. Por eso mucha gente los encarga directamente a pequeños productores que venden su cosecha al público.
Salsas: La Romesco
La salsa romesco, elaborada con tomates, almendras, aceite de oliva, ajo, pan tostado, cebollas y ñoras, es la compañía perfecta para los calçots. Su sabor intenso y textura cremosa realza el sabor de cada bocado. Hay quien se vuelve “adicto” a esta salsa y se la come a cucharadas. Cada uno tiene su receta secreta y presume de hacer la mejor.
Para Chef Dayana el secreto es conseguir un toque dulce sin excesos, no pasarse con el sabor de ajo y conseguir una textura ideal, que no sea excesivamente espesa ni poco consistente.
Limpieza y corte de los calçots
Antes de cocinar los calçots, es fundamental limpiarlos y retirar las capas exteriores.
Método de elaboración
Luego, se asan a la parrilla o se cocinan sobre llamas abiertas hasta que estén tiernos por dentro y ligeramente quemados por fuera.
Aquí debemos puntualizar que el método “tradicional” es el de las llamas abiertas y es el que obtiene los mejores resultados, poner los calçots sobre la llama hasta que oigamos un “pop” que indica que esta listo. Hay gente que utiliza técnicas como la del “alambre” que facilita mucho la preparación.
Seguidamente enrollamos los calçots en papel de periódico, para que mantengan el calor hasta la hora de la comida. Envolverlos en papel permite que el calor y vapor siga actuando, manteniendo su jugosidad y sabor.
Cómo comer calçots
Para disfrutar plenamente de los calçots, se pelan con las manos y se sumergen en la salsa romesco. El gesto de levantar los calçots por encima de la cabeza antes de comerlos es una parte esencial de la tradición. Como también lo es mancharse las manos, usar el porrón y usar un babero.
Hay que entender que la calçotada es más que una simple comida; es un motivo, una excusa para reunirse y celebrar. Desde la búsqueda de los calçots, que conviene encargar con antelación, a la preparación de los mismos y la salsa la división del trabajo y la posibilidad de compartir un tiempo es parte de la experiencia.
Pan con tomate
El pan con tomate, una especialidad catalana, complementa perfectamente los sabores de los calçots y la salsa romesco, aportando un toque de frescura y textura crujiente. Se recomienda tostar el pan a la parrilla o incluso a la llama si se tiene la suficiente maestría.
Carne a la brasa
La carne a la brasa es una parte fundamental de una auténtica calçotada catalana. Su presencia en la mesa no solo añade variedad al menú, sino que también complementa a la perfección el sabor de los calçots y las salsas tradicionales.
En una calçotada típica, la carne a la brasa suele incluir una variedad de opciones, desde cordero hasta cerdo y pollo, según las preferencias de los comensales y la disponibilidad local. Cada tipo de carne aporta su propio sabor y textura, lo que permite a los invitados elegir según sus gustos personales.
La carne a la brasa se cocina lentamente sobre brasas calientes, lo que le confiere un característico sabor ahumado y jugoso. El proceso de cocción resalta los sabores naturales de la carne y crea una textura tierna y apetitosa que se deshace en la boca.
Además de su delicioso sabor, la carne a la brasa también añade un elemento de convivencia y camaradería a la calçotada. La preparación de la carne y su posterior consumo al aire libre, compartiendo historias y risas alrededor de la parrilla, fortalece los lazos entre los comensales y crea recuerdos duraderos.
Para acompañar la carne a la brasa, se suelen servir guarniciones sencillas pero sabrosas, como patatas asadas, ensaladas frescas o verduras a la brasa. Estos acompañamientos complementan la carne y los calçots, creando una experiencia gastronómica completa y satisfactoria para todos los invitados.
En resumen, la carne a la brasa es una parte esencial de una buena calçotada, aportando sabor, textura y convivencia a esta celebración culinaria única en Cataluña. Su presencia en la mesa garantiza que cada comensal pueda disfrutar de una experiencia gastronómica inolvidable.
Vino tinto
Un buen vino tinto de la región eleva la experiencia gastronómica, realza los sabores de los calçots y la carne a la brasa. Conca de Barberá, Priorat son algunas de las opciones más premium, pero los calçots se pueden disfrutar con un vino de la tierra de cosecha.
Eventos anuales y festivales
Participar en eventos anuales y festivales de calçotadas en Cataluña es una excelente manera de sumergirse en la cultura local y mantener viva la tradición de esta celebración gastronómica única.
Recetas modernas y reinterpretaciones
Experimentar con recetas modernas y reinterpretaciones de la calçotada, como calçots rellenos o calçots en tempura son algunas de las re-interpretaciones culinarias que, sin perder de vista la esencia tradicional, hacen que haya una evolución constante de la receta.
Exceso de cocción de los calçots
Cocinar los calçots en exceso puede hacer que pierdan su textura tierna y su sabor delicado, por lo que es importante controlar el tiempo de cocción y retirarlos del fuego en el momento adecuado.
Los acompañamientos
A parte de complementar perfectamente a los calçots y las salsas, la carne nos permite aprovechar los restos que quedan tras las quema de la madera o los sarmientos, la mejor brasa, para que aquellos que no son muy fan del sabor de la cebolla porque es su primera calçotada puedan también disfrutar.